Ya no voy a ver como sube la cuesta de la calle, porque dejan de existir mis idas y venidas.
y, tampoco podre abrir las ventanas del taller, porque no hay niños, y yo, ya no estoy
y... no me gustan las vacaciones, del día a día, no, no me gustan. Nací para dar todo... y tanto di
que tengo mas.
No me iría del todo mal una sopa... compartida de norte a sur y de este a oeste... como en los aquellos tiempos.